[blockquote author=”Ángel Luis Sucasas”]

Un vicio. Como gurú responsable, teniendo en cuenta los 70 juegos que pululaban en los stands, me prometí dedicarle unos minutos a cada uno. Pero Yokai Sword me robó casi una hora en un suspiro. No podía soltar el mando. La idea es tan sencilla como potente: una pantalla fija, un ninja y horda tras horda de monstruos sacados de la mitología japonesa. El sistema de control es la clave. El joystick derecho controla el movimiento del ninja y el izquierdo permite atacar con su katana en cualquier dirección del espacio. Solo hay una vida. Y la pierdes al primer zarpazo de bicho. Demencial dificultad pero tan adictiva como un arcade de hace 30 años. Un ejemplo a seguir para diseñadores primerizos. No hay que pensar en hacer un Call of duty o un Zelda como primer proyecto. Lograr que un juego sencillo (que no simple) tenga pegados al joystick a los jugadores es reto más que suficiente.

Habrá que ver cómo evoluciona su contenido, porque el único pero que le vi a este Yokai es el peligro del aburrimiento si la variedad de enemigos y de desafíos al jugador no se renueva.

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Fuente: tlife.guru
Autor: Ángel Luis Sucasas